De todas mis colonias felinas hay una en la que siempre hemos tenido problemas, se encuentra situada entre un almacén de Correos , un solar de camiones y una gasolinera, y la esperanza de vida de esos gatos allí suele ser muy corta, de una o otra forma todos mueren sín apenas cumplir un año.
Durante estos años, hemos intentado controlar la zona esterilizando a las gatas pero estás morían al poco tiempo así que otros ocupaban su lugar, gatas nuevas que repoblaban la zona provocandonos muchos dolores de cabeza, pues las personas que trabajan por esos lares al parecer comparten todos la misma aversión por estos incomprendidos animales.
Durante un tiempo tuvimos cierta tranquilad, dejaron de molestarnos por alimentar a los gatos y nosotros intentabamos no llamar la atención, pues la vida de los gatos dependia de ello. Pero de momento estalló la tormeta, violenta, feroz y brutal ...y mis gatos empezaron a caer.
Los culpables, algunos perversos trabajadores de un almacen de Correos y los dueños de Gruas Carmelo, el solar de camiones. Se ensañaron con varias camaditas de gatitos que ni tan siquiera pudieron abrir sus ojitos, con otros que empezaban a vivir y los que quedan, aquellos que pudieron salvarse del horrible ensañamiento, heridos, aterrados tan inocentes... a aquellos les queda aún lo peor, la persecución , las jaulas trampas , la muerte en definitiva.
No puedo entender el afán enfermizo de acabar con la vida de unos seres de hermosura y pureza sín parangón, ¿que habrá dentro de esos hombres?
El más perverso de todos es un hombre aún sin nombre, jefe de mantenimiento del Almacén de Correos , un ególatra que siente un enorme placer por tener la vida de esos animales en sus manos. Este desalmado despúes de dar muerte a varios gatitos a "decidido" la hora muerte de los pocos ejemplares que quedan llamando a la perrera. Lo peor es que lo hace para dañarme a mi, como represalía por intentar defender a mis gatitos públicamente.
Lo que siento en este momento es rabía, ira, y una profunda amargura por ver como los miserables se salen con la suya, como los monstruos comenten sus atrocidades impunemente, y como la maldad se impone sín poder detenerla.
Espero que la vida castige a este monstruo y a todos los miserables que no respetan lo único valiosos de este mundo, la vida.
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