Está es una de la épocas que más tememos los cuidadores de colonias de gatos, pues es la hora de que las camaditas comienzan a salir y no sé como se las apañan que los hacen todas al mismo tiempo. Las colonias que creimos casi controladas de nuevo vuelven a descontrolarse con pequeños gatitos que en otra época del año son muy demandados pero no en esta que se apróxima el verano y además en año de crisis économica, donde los animales se ven como un gasto más del que hay que prescindir. Las perreras están llenas de bebés con ojitos infectados, mamis amamantandos a su crías y los adultos que frente a los pequeñines no tienen posibilidades de adopción, ¡¡si no adoptan a los pequeñines a los mayores aún menos!!.
De nuevo es época de estrés, pues nos vemos impotentes ante tal cantidad de pequeñas criaturitas que han venido a este mundo cada más más podrido y cruel. Muchos no llegarán a la edad adulta, en las perreras morirán muchos de infecciones y enfermedades que merman sus frágiles cuerpecitos o sino serán sacrificados. No dejo de pensar en los gatitos de la perrera de Rotaguau, despúes de la salida de la trabajadora que nos proporcionaba las fotos los gatos de allí no tienen ninguna oportunidad, ni siquiera tenemos la posibilidad de poder difundirlos.
En lo que a mis colonias respecta, también tengo más gatos de los que puedo mantener, las mamis me sacan a sus bebés para que a ello también les toquen su ración diaria de comida , ya cansadas de amamantarlos los gatitos deben de empezar a buscar alimento ellos solitos pero este años poco hay para repartir, la situación está muy mal y ya casi nadie se acuerda de los gatitos de mis colonias. Aún tienen alguna hada madrina como Noe de la locas felinas que siempre se acuerda de ellos o Lourdes que sin poder también a aportado su ayudita para mis niños, pero la cosa está muy mal...aunque podría ser mucho peor.
Para rematar, los de Khatucai nos hemos quedado sin sitio para los gatos que se iban rescatando de la perrera, por lo que muchos de los gatos que se podrían haber salvado ya no se salvarán, y todo por lo mismo, EL VIL METAL.
Estamos tiesas, en números rojos, y así es imposible, pues la comida hay que pagarla, así como las cuentas de los veterinarios, necesitariamos dinero para alquilar un terreno y para material...una locura y ¡¡todas en paro!!.
Este es el cuento del nunca acabar, donde los gatos seguirán y a nosostras nos enterrarán.
Os dejo una fotito de una de la muchas camadas de gatitos que hay por Cádiz.
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