En esta ocasión la difusión no ha dado frutos, no hemos conseguido salvarlos, sus pequeños cuerpecitos no soportaron el infierno de la perrera, virus, mala higiene, poca alimentación...han acabado con sus cortas vida. Sólo quedan estás fotos que nos recuerdan que estas criaturas vinieron al mundo, un mundo deshumanizado y cruel que se muestra indeferente hacía el sufrimiento de unas inocente criaturas.
En los próximos días les tocará a los adultos que quedan, el jueves estuvimos en rotaguau y lo que vimos me ha dejado el alma rota de dolor, gatos enfermos de virus que en una casa se les curarían en unas semanas, gatos lleno de gusanos que se comen sus entrañas, gatos con una tristeza infinita que apenas se levantaban,esperando con resignación la muerte que al final resultará la uníca mano amiga que acabé con su sufrimiento.
Las dos o tres personas que estamos en esto no podemos más, no tenemos medios ni soluciones para ayudarlos, sólo desear que su final les llegue pronto , porque cada día en ese infierno de rotaguau es un tormento demasiado doloroso, demasiado cruel...ya no me quedan lágrimas para llorarlos.
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