No os niego lo desgastante que nos resulta esta tarea, lo estresante, y sobre todo lo profundamente dolorosa que es , porque aunque lo intentemos nunca podemos salvarlos a todos, y nos toca cargar con esa pena y el enorme sentimiento de fracaso y de culpa...pensar en como les ha tocado irse, sólos, sin una caricia ni una palabra de cariño, en un frió chenil tan frió como la misma muerte.
Pero luego está esos momentos, cuando por fin esos gatos están libres y ves sus caritas, algunos aún con mucho miedo, otros en cambio, en paz, aliviados de ver la luz del día y sabes que esta esperandoles una nueva vida, sólo por vivir esos instantes merece la pena pasar por todo lo demás.
Os dejo todas las fotitos de cuando estaban dentro y algunas que me enviado ya fuera, y daros mi más profundo agradecimiento a todas aquellas personas que nos han ayudado a rescatar a estos gatitos, con su donaciones, ofreciendose de acogida, adoptando, vosotros soís los hacedores de este milagro.
Y nosotras seguiremos, han entrado nuevos gatitos en la perrera, y de nuevo tenemos que hacer todo lo posible por sacarlos de allí, en cuanto tenga las fotos comenzaré con su difusión.
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