Me resulta tan duro y díficil decirte adios mi niño, siento tanto no poder haberte ayudado a salir de la calle, te fuistes el día que por fín venían a buscarte, no llegaron a tiempo. Me cuenta tanto ver tús fotos, me duele pensar en tí y en tú trágico final. No me quedan lagrimas, sólo lamentos, adios mi rubio, hasta siempre mi sol, ya estás con Trufita, con trufo, con lince, con todos aquellos que me han ido dejando...te recordaré y te extranaré, al menos para mi fuistes importante.
1 comentario:
Jo, Rakel, qué año llevas. Lo único que nos queda es pensar que allí donde estén ya nada puede hacerles daño. Rubito vivirá su nueva vida sintiéndose importante porque como dices para tí lo ha sido. Pues a través de tí también para todas nosotras. Ánimo. Lourdes
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